Tres hermanas en Marsella y un hombre en Pereira tienen parentesco con la primera santa colombiana.
En una de las típicas casonas de arquitectura de la Colonización Antioqueña de Marsella (Risaralda), habitan tres mujeres octogenarias que vivirán hoy un domingo diferente. Madrugarán a seguir por la televisión la ceremonia de canonización de la madre Laura Montoya. La primera santa que tendrá Colombia es la familiar de la que les hablaron sus padres.
“No la conocimos (a la madre Laura), mis hermanos mayores estaban muy pequeños y nosotras no habíamos nacido, pero es un orgullo muy grande”, afirmó Margarita, una de las tres hermanas, solteras y que viven solas en una casa donde resaltan el mobiliario antiguo y las fotografías de la familia.
Margarita rememora que le contaron que en la década de 1930, la madre Laura recorrió las calles de Marsella para buscar postulantes para la congregación que había fundado (las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena).
