Historias y recuerdos

Gilberto López Ángel

PATRIARCAS Y MATRIARCAS.

Introducción

Cuando las circunstancias del trabajo y los vericuetos de la vida nos entregan senderos totalmente desconocidos, con situaciones atrayentes y coquetamente motivantes, lo mejor es no hacerse el remiso y seguir los brillos que juguetonamente se esparcen ante nuestro pensamiento, para no perderlos de vista.

Así veo y entiendo la historia, y así la disfruto cuando los resplandores se encuentran en mi laberinto, forma pequeñas luces y me guían a nuevos senderos.

En 2015, llego a mis manos un documento oficial, editado en 1932 en la imprenta de Caldas, señalando como primeros pobladores de Marsella a los señores José Bedoya y Nicomedes Giraldo en 1860 y confirmando la llegada de Pedro Pineda en 1865.

Son estos datos los encargados de motivar búsquedas sin punto de partida en un pueblo donde apenas se arma la historia. Sin embargo opte acudir a la fuente mas antigua en busca de nombres, apellidos y parentescos; Las partidas de bautismo en el despacho parroquial logran ubicarme en 1880, 20 años después de la supuesta fundación, ahí aplazo averiguaciones sobre la fundación, y una nueva curiosidad me invita investigar los primeros pobladores, sus matrimonios y descendencias, padrinazgos y sacerdotes.

En 1880, cuando se inician los bautizos en Segovia (Marsella) recibieron el sacramento 116 niños, apadrinados por 232 personas, regularmente abuelos, parientes cercanos o el patrón.

De este listado me llamo la atención dos nombres en especial, que sin tener parentesco alguno, repetidamente los encuentro en el listado de padrinos.

En aquel cercano tiempo, el administrador de la fe, determinaba es bueno o malo.

El rumor de sacristía salido del confesionario, garantizaba el flujo de caja con el diezmo mensual.

Nos adiestraban a caminar con la mansedumbre, olvidarla ponía en riesgo tus deseos y podrías fracasar y te quedarías sin guía para encontrar la puerta del cielo. Y mucho más en estos lejanos villorrios a donde el tiempo llegaba tarde.

La fe, cincelada con el miedo ancestral, señalaba al más cercano jerarca de la iglesia, para que con la sutileza de la concertación y tajantes palabras, determinara los padrino y nombre de los niños nacidos en hogares cumplidores del diezmo.

Al momento de fijar fecha y hora para el ingreso del niño a las cortes celestiales en la tierra, el párroco advertía a los padrinos sobre “el parentesco y obligaciones que contraían con el niño”. (Ver documento adjunto).

El cumplimiento de los preceptos de su fe, los obliga a tomar en serio el compromiso firmado ante dios y el niño bautizado. Por eso, para apadrinar sus hijos, buscaban personas acomodadas económicamente, muy cristianas, solidarias y con el visto bueno del administrador de la fe,.

En esta forma la familia del niño garantizaba con el padrino: el pago del oficio religioso, el primer ajuar, parte del revuelto cultivado en sus fincas, regalo en el cumpleaños y navidad junto a la familia del compadre, pizarras, catecismos y misales para aprender a leer y escribir, para terminar el compromiso, un azadón aseguraba trabajo al ahijado.

Continuara

Gilberto López Angel

PATRIARCAS Y MATRIARCAS.

Complicada situación

Cuando la fantasía

Es inferior a la realidad.

Parte dos (resumen)

Creado el “nobilísimo” título de compadres, en el reino de la aldea paisa; le dio al patrón potestad para convertir un pedido de favor, en una orden irrefutable, siempre acompañada del: que, cuando y como.

Mientras el compadrito con hombros caídos jalados por pesadas manos entrelazadas abajo de la cintura, mostraba la docilidad de pulpito recomendada por el padrecito.

Poder entrar a la casa de la hacienda por la puerta de atrás o de servicio sin tener que llamar y sin escuchar los adiestrados y furiosos perros que agitaban sus colas cuando lo veían, era para él, la bendición del creador.

Su pequeño universo cambiaba constantemente, todo dependía de las novedades surgidas en la hacienda, obligándolos salir del rancho y acudir para hacer más fácil la vida del compadre o la comadre.

La comadrita de mirada perdida en el gris firmamento buscando la trinidad, daba gracias por el llamado de la comadre para acompañarla durante 40 días preparando las gallinas tiernas en la rígida dieta que le impedía hacer oficios, tener la casa en orden, bañar él bebe.

Acatando la tradición inculcada por las parteras, el patrón cambiaba de cuarto para evitar las malignas tentaciones que afectarían la inocencia del recién nacido.

Así, los impulsos despertados por los aguardientes de caña gorobeta, cada semana mientras mercaba los domingos en la fonda del pueblo, encontraba sosiego en la pieza de reblujos adecuada para el reposo de la comadrita, dando origen a los secretos mejor guardados en los confesionarios y con resultados económicos para las ofrendas destinadas a grandes obras en la Aldea.

Pero el peregrinar del sentimiento pecamiso, entre el delicioso manjar del placer y la invisible voz del dios tolerante, lo llevaba a doblar rodillas cada semana en la sacristía, para escuchar la palabra calmada y savia que le recordaba: hijo mío, nuestra misión en este reino es inmensa y solo tú con las limosnas puedes alcanzar la gloria de tu creador.

Con estas palabras sellaban el pacto entre el pecado y el perdón. Quienes amasaron grandes fortunas en la Villa Rica de Segovia terminaron sus fortunas y vidas, olvidados en cualquier rincón de la aldea. Solo en 1913 se acordaron de algunos y así refrescaron memorias.

Fueron muchos los patriarcas y matriarcas sobre cuyas vidas se base esta investigación periodística, que se compartirá oportunamente y si algunas circunstancias lo permitan.

Para terminar, les dejo recorte de prensa de 1913, origen de investigación sobre el tema.

Gilberto López Á

SEGUIR BUSCANDO.
En este cautivante y muy entretenido viaje por las “cosas mínimas y sin importancia” –como dice un parasito local- de la historia marsegoviana, regularmente me encuentro con pequeños eslabones para dar forma a pasajes inadvertidos en el pasado cercano.
En mi búsqueda de testimonios para sustentar la razón de ser de nuestras raíces, con un centro de memoria histórica, me llegaron varios libros que 8 o 10 décadas atrás fueron parte de la primera biblioteca creada por Don Ramón Zafra en los primeros años del siglo pasado y patrocinada por Jesús Maria Estrada.
Me llamó la atención un ejemplar seguramente de los más leídos -en los años 20- por ávidos lectores marselleses, al punto de dejarlo imprestable por el deterioro normal tras cientos de horas, manos y dedos humedecidos con saliva para escudriñar sus divertidos cuentos a la luz de una vela de cebo; Se trata de los cuentos humorísticos de Mark Twain.
Por suerte la comunidad contaba con la familia Bueno, expertas encuadernadoras, y prolongaron la vida útil de los libros en la biblioteca parroquial. Como lo podemos apreciar en las fotografías.
Con esta experiencia circunstancial, surge otra pregunta, Qué leían los Marselleses ?
BOMBEROS DE MARSELLA
PRODUCTO DEL CIVISMO EN LOS AÑOS 50.
25 de abril de 1956 a la una de la tarde llegó la primera máquina extintora de incendios para el Cuerpo de bomberos de Marsella. Gracias a gestión de José Maria Uribe Caro cariñosamente conocido como Chepe Uribe. Cofundador y primer comandante del cuerpo de bomberos.
Aquel acontecimiento se convirtió en una gran fiesta cívica en la que participaron todos los estamentos de la comunidad, que con pavor y lágrimas recodaba la madrugada del 18 de abril de 1939 cuando la cuadra oriental de la plaza ante la impotencia observaba el fuego consumir la casa consistorial (alcaldía), almacenes, tiendas y viviendas.
El pasado sábado 4 de diciembre gracias a los bomberos de Colombia quienes 5 años atrás iniciaron gestiones ante el gobierno nacional para asegurar dotación a sus instituciones en el país.
Tres nuevos equipos garantizarán una mejor atención a eventuales emergencias en el territorio, para el cuerpo de bomberos FELICITACIONES.
Que tal si el edificio de la vieja cárcel se entrega al cuerpo de bomberos (seguramente ya lo habrán pensado) Con este nuevo espacio se podrá garantizar techo al nuevo equipo y además asegurar otras actividades.
El origen de bomberos en Marsella es producto de una época muy especial enmarcada por la actividad febril de ciudadanos desprendidos y abanderados con causas cívicas y es uno de los iconos de aquella actividad ciudadana, lamentablemente hoy olvidada.
Gilberto López Angel

PRIMER TELEVISOR EN MARSELLA

El primer televisor llegó a Marsella el 1 de agosto de 1955 con los muebles del sacerdote Cesar Agudelo procedente de Quinchía,  1 año  después de la primera emisión en Bogotá.

El primer tvUn mes después el televisor se pone al servicio de la comunidad en los salones de la casa cural para disfrutar de los  programas educativos,  culturas,  revistas musicales y concursos, el programa periodístico “El lápiz mágico” con los comentarios de Gloria Valencia sobre  las noticias más importantes de la semana y se hacía una crítica bastante aguda sobre el gobierno de aquel entonces» igualmente” El modo y la moda”, programa de variedades realizado por la Televisora Nacional.

La sala de televisión  abría sus puertas los sábados y domingos de 6 de la tarde en adelante.

La ubicación de la antena repetidora en el nevado del Ruiz facilito a Marsella ser uno de los primeros municipios en tener  señal.

Tomado del libro “Marsella periodismo e Historia” de Gilberto López Ángel.

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