GUILLERMO GAMBA LÓPEZ

Marsellés del año 1947,

Ha sido escritor de cuentos, fue columnista del Periódico La Tarde de Pereira y colaborador con sus narrativas y comentarios en revistas nacionales y publicaciones de provincia; Marsella al día/ la Fragua en Apía y otras del Valle del Cauca.

Después de una vida como educador rural, catedrático en universidades, consultor en proyectos de Desarrollo Regional y Local con organismos nacionales e internacionales, decidió dedicar su vida al oficio de escritor.

Tacaloa Viento y Sueños es su primera publicación.

Artista plástico: trabaja la técnica mixta denominada taraxia. Desarrolla sus diseños pictóricos con ensambles de chapilla de madera nogal, haya, flor morado, cedro, roble; además, colorantes oleosos y otros.

Algunos de sus textos se pueden consultar en:

http://granorojo.wordpress.com/

 

MI PERFIL

Tomado de «Grano Rojo»

Después de mi vida como educador, consultor en asuntos del desarrollo regional y local, asesor empresarial, decido dedicar la mayor parte de mi tiempo al oficio de escritor. 
Soy de Marsella – Risaralda en la zona cafetera de Colombia.

DOS SIGLOS entre casas, montaña, poblados, violencia y una ciudad de salsa, es mi segunda publicación.

Constituye germen de una de las facetas de lo que en Colombia y nuestra región de occidente, esta aún por escribirse y contarse o sea la historia del tránsito del campo a la ciudad. 

En principio es historia de migrantes de Italia que se establecen en El Tolima y El Cauca, se reproduce en Chinchiná y Marsella con descendientes en la capital del Valle a donde llegan a los edificios de la Plaza de Caicedo a conocer los ascensores y tragarse la ciudad, como el momento cuando los Buendía descubren el hielo en Macondo.

Comienza en mitad del siglo XIX cuando la pugna entre caucanos y antioqueños generó decisiones del General Tomás Cipriano de Mosquera para favorecer la ocupación de terrenos cerca al rio Chinchiná, luego un escarnamusas de guerra que se zanjaron en Manizales con el “tratado de la Esponsión”. 

Transcurre con acontecimientos históricos generadores de la violencia política a mitad del siglo XX, sobrevivieron y continuaron mientras otros sucumbieron y se dejaron llenar por el odio y deseo de venganza ola tentación del dinero fácil. 

Es la experiencia migratoria familias desde el campo a la ciudad y al mundo, el transcurrir de sus cambios culturales desde ambientes pre modernos al despertar de la modernidad. Las lecciones aprendidas de su historia. 

Pertenece al género narrativo de la crónica. “Dos siglos entre casas, montaña, poblados, violencia y una ciudad de salsa”, más allá de relatar historia de personas y la familia del autor, nos deja entrever la personalidad de una estirpe emprendedora y trabajadora, que enfrentó con responsabilidad y decisión dificultades y adversidades, sobreponiéndose a sus propias debilidades y aprietos para sacar adelante con tenacidad sus proyectos.

 

El SUEÑO DE LA MEDUSA: TACALOA ES MARSELLA

Por Guillermo Gamba Gómez

Tomado de   http://granorojo.wordpress.com/

No existen  razones para que no me  guste el nombre de Marsella, pueblo natal.  Mi bisabuelo llegó a sus lados hacia 1850, años antes de cuando, Don Felix de La Abadía, contratara la apertura del Camino del Privilegio entre  Cartago Viejo y Villamaría. El bisabuelo aún niño,  se voló de la casa pegado de las colas de las mulas que transitaron por  lodazales de un camino indígena que venía desde Cartago. Un día recibió tierras por los lados de la quiebra de Naranjal, no existía Segovia, nombre que dieran a la primera hilera de casas en donde hoy está Marsella;  Mascachochas, el General Mosquera, facilitó la adjudicación a mi bisabuelo, hijo de un masón a quien negaban sus documentos de identidad porque no era bautizado, no quiso estudiar el adoctrinamiento con sus hermanos y se hizo campesino.  Lo mismo pasó con mi abuelo, se defendieron con una boleta censal de registro como hijos extranjeros, nadie paraba bolas con tal papel y sólo se hizo reconocer cuando le titularon tierra.

Muchos como mi bisabuelo, fueron nadies en Marsella, aprendían a defenderse en tragedias de terremoto, invierno de lodazales, o hijos de la violencia política.

Me puse a comparar el cementerio de  Marsella – Francia, donde hay tumbas reconocibles de 32 artistas, 7 industriales, 8 personalidades políticas, 6 eruditos de la ciencia y 5 grandes deportistas. La diferencia del cementerio llamado Saint Pierre con el José María Estrada de Marsella, además de que el nuestro es patrimonio arquitectónico nacional, tiene un  espacio interior con más de 450 N.N, contados desde 1982, no se si existan enumeraciones de antes, deben ser muchos más. Alguien contó  que en el año  1.949, se enfrentaron por los lados de El Pajuí, la chusma conservadora que comandaba El Guatín con la cuadrilla liberal al mando de El Diablo, quien quería detener las fechorías ordenadas por Patepalo, un Inspector de Policía que organizaba las listas de los liberales para asesinar y entrenaba a los jovencitos para que se volvieran matones. En ese combate murieron más de treinta hombres, la mayoría no eran de Marsella y los enterraron como N.N.

Tanta historia mala, tanto muerto que llegó en las cuentas de las aguas por el Rio  Cauca y los otros más por las corrientes de ajustes de cuentas, operaciones limpieza que organizaron propietarios de tierra y amenazas por tierra de quienes conseguían riqueza fácil.

Se habla tanto desde los cuentos del agua del rio, que decidí nombrar a Marsella en el libro que presento por estos dias como “Tacaloa”, una tierra de viento y de sueños. Tacaloa en el signicado de los chimila, quienes inventaron esa palabra, es el nombre de lo que se habla junto al agua, y ese toponimo llegó rio arriba a Marsella y así se llama un paraje y una quebrada de mi pueblo.

Medité en el día de los muertos, tan importe en la cultura mexicana;  recordé a una pequeña medusa,  la Torritopsis  Nutricula, su tamaño no alcanza ni medio centimetro y sus células poseen la extraordinaria capacidad de regenerarse. No envejen,  durante su madurez  sus tejidos comienzan a rejuvenecer, se debe a un fenómeno llamado transdiferenciación,  se regeneran  y esa capacidad es potencialmente infinita. En ellas la muerte orgánica es algo que no sucede.

Pensé en la necesidad de regenerarnos, reinventarnos y cumplir eficientemente la tarea esencial de crear.  Uno tiene temores en esta sociedad regional donde la producción es un asunto rutinario, solamente regeneran la economía los inversionistas que traen centros comerciales, formatos copiados de otros lados, construyen y ponen a andar las Zonas Francas donde no se pagan impuestos y se llevan las ganacias de la región. Y muchos están convencidos de que eso es desarrollo.  Las tareas esenciales del desarrollo social y económico  son producción,  la reproducción con la cultura del cuidado, y la creación.  Reproducimos tantas costumbres malas que nos dificultan estar mejor, en toda mi vida he escuchado destapar asuntos de corrupción, he visto elegir personajes con ganas de poder y sin conocimiento e ideas nuevas para el progreso y la calidad de la vida humana.

Hemos pasado esta etapa de elecciones, los nuevos gobernantes podrían facilitar la apertura de tiempos para recrearnos, la creación y la innovación son tareas esenciales que deberíamos cumplir nosotros mismos, no debería ser asunto de inversionistas ni personajes que llegan a ilusionarnos con los escenarios de la sociedad de consumo. 

 

TACALOA Viento y Sueños

Son nueve relatos con episodios de la relación entre Rodrigo Buitrago y Diana Sánchez, oriundos de Tacaloa. También otros personajes.

Tacaloa es Marsella. Es lo que cuenta la gente, el chisme caliente que se transforma en sueños y narrativas que vuelan sobre el pueblo y forman una pantalla de imaginarios y realidades de fantasía y desde esa nube está escrito el libro. Los episodios transcurren en varios escenarios geográficos, algunos en Tacaloa y otros en España y El Caribe, porque Rodrigo y Diana, como todo paisano de su pueblo, tienen en su identidad cultura de migrantes que buscan sus mundos para la realización de sus sueños.

El ambiente cultural se desenvuelve en la vida de la segunda mitad del Siglo XX, desde los cambios en la vida en los años 60 y en ese transcurso se dan transformaciones en la vida de Tacaloa. Varios episodios son tomados de la vida en las zonas de tolerancia de municipios de Caldas y el Valle del Cauca y hechos de la liberación femenina en el ambiente urbano de un municipio pequeño.

Entre Rodrigo y Diana se presenta una relación amorosa que no se puede tramitar, en el proyecto de la vida de ambos se dan transformaciones demostrativas de los desencuentros entre una mujer culta cuyo ideal es el conocimiento y un varón macho cuyo ideal es el dinero fácil y el mundo ostentoso.

No es una novela porque cada episodio tiene un universo autónomo y dentro de ese universo también son protagonistas otros personajes tomados de la existencia real en la vida de Tacaloa.

En sus universos míticos el libro maneja episodios con brujas y personajes que enredan a uno de los protagonistas en un mundo de fantasías, porque él mismo es un fantasioso y mitómano.

También transcurren episodios donde se muestra la influencia de las creencias judeocristianas en la vida social y religiosa y la tensión de estas en la mente de los personajes cuando las contrastan con la apertura cultural que trajeron los años 60 y su modernidad. Igualmente episodios de la vida en medio de la violencia política entre liberales y conservadores; y al final, la otra violencia de los narcotraficantes y las guerrillas. Existen episodios donde los enamoramientos fluyen a través del uso de la gastronomía como instrumento para la seducción.

Personajes. Rodrigo, Diana, la señora creyente y mística, el cura del pueblo, las prostitutas y sus mozos, las brujas, los amigos en la niñez y sus enamoramientos en la adolescencia, los pájaros, los narcotraficantes, los políticos y personajes cívicos, los maestros del pueblo. Las mujeres del Caribe. Los árboles y los duendes.

Luna, luna octubrera,

ilumina a los despiertos,

a los cansados de la luz

y los soles de invenciones
dedícales tu mundo único, 
el de todos, 
los que quieren ver tu luz.

Dejad a los que duermen
desviarse al suyo propio,

escondidos en su íntimo vacío
me muevo obnubilado entre ellos
para encontrar el mío.

Guillermo Gamba López

AHÍ VA POR MARSELLA

Guillermo Gamba López

Marsella. Tierra buena
Marsella. Gente buena, 
los unos perversos un poquito,
los  otros un poco picaritos,
porque somos parte de la tierra del señor.

No más, no pidas más a esta tierra,
de luz, amor, agua y fe de trabajo,
sonrisas, amistad con flores y guaro,
y más palabras si tu mismo lo quisieras.

Las aves en Marsella te cantan con señales,
y tejen ruta de aire entre el Ruiz y Tatamá,
brillan a los ingleses y vienen con piquetas,

este suelo los esquiva, se arruinan sin el oro,
era verde la riqueza de la tierra y les picaba,
su identidad aquí no les unía y retornan

molidos en sus doradas ilusiones.

Después vino el café, los frutales y la abuela,
con otras que llenaron de matas los balcones,
trasformaron colores vegetales y calores, 
lluvia, huerta, flores, también sus corazones,
en aromas y secretos con sabores,
que aliviaron las fatigas y las penas.

Y nos quedamos sin pensar, creer,
respirar, transpirar y cantar lo suficiente,
porque a veces bebemos y tramamos,
alejados de su sueño de vernos a lo bien.

Y somos amadores, juguetones y creyentes,
tal vez sin ser lo suficiente por nosotros.

Marsella es tierra buena y gente buena,
donde el ojo brillante del cielo reluce en la casa,
en la noches las flores sopesan la luna,
y todas las cosas cantan en la piel de las mujeres,
con silabas originales de la historia del universo
y de cada uno de los marselleses.

 

 

                                       Tomado de facebook.Edición y fotograma

 

DOS SIGLOS ENTRE CASAS, MONTAÑA, POBLADOS, VIOLENCIA Y UNA CIUDAD DE SALSA
26SEP
Mi nuevo libro será presentado en el mes de noviembre. Es una crónica desde un continuo de conversaciones con protagonistas, familiares y personajes que vivieron en Chinchiná, Marsella, Cartago y Cali. Trasmite desde consultas en genealogías, legajos parroquiales y notariales, grabaciones memoriales, notas de prensa de la época, mapas, escritos de los historiadores que se mencionan, entrevistas y diálogos. Respeto la intimidad y memoria grata a quienes testimoniaron asuntos que contaron, aunque prefieren ser actores ocultos en la historia.
SIN DIARIO NI CUADERNO


Tempo, tempo, tempo…
Ni diario, ni cuaderno de proverbios familiares, ni anecdotario escrito, las palabras rodaban de generaciones a descendencias, historias y versiones cortas, tenues y visibles.
 Un cielo de Marsella – Chinchiná con palabras del paraíso, resucita cuerpos y salva almas con la desesperanza de santos promeseros. El empedrado frente a la casa amaneció taconeado de pisadas de procesión y martilleo de oraciones. La otra noche traqueteó con balas bandidas en el portón, cualquier matón. Chuchi Sierra engrasa su pistola con bálsamo para unción de los moribundos. Patepalo unta la punta de un cuchillo con saliva venenosa de víbora, El Guatín se pavonea con su pistola hechiza, El Diablo refuerza su leyenda de impenetrable a las balas porque usa chaleco metálico y hervido en agua bendita. Campanas llaman a réquiem.
Desprotegidos bajo las cobijas, más prometía el sol cuando sonaban timbales y chicharras. Sobrevivimos con venta de obleas y esa luna de marzo que iluminó la ruta de Cali. Quedaron árboles con nidos, casas que ordenaron las abuelas, las tías cerraron puertas en espera de un regreso con preguntas sobre sucesos en sus espacios y detallaron sus historias. Volvimos de colegio con notas adjuntas de épocas y lugares, andar por el aire no es volar sino deslizarse en el límite entre el suelo y el abismo y sin fumar la hierba para construir historias.

http://granorojo.wordpress.com/

 


Tacaloa, viento y sueños

Publicado en el  Diario del Otún 21/10/2012

 


Tacaloa es el universo de las conversaciones que surgen del imaginario de algunas personas de Marsella (Risaralda), cuando los acontecimientos son contador tantas veces que las primeras realidades se transforman en otras realidades imaginativas. El autor, después de escuchar los relatos de las personas y confrontarlos con el contexto cultural e histórico donde acontecieron, recrea la vida en el universo llamado Tacaloa.


Tacaloa son nueve narraciones en el espacio creativo de los aconteceres que fueron contados, tantas veces, hasta cuando sus realidades se volvieron fantasías del paisaje en el mundo de un pueblo cafetero, anhelos de quienes ese espacio les quedó chiquito y se fueron a construir su propio mundo en cualquier parte con los retales de su origen.


Las narraciones refieren momentos de vida en Marsella, la influencia cultural que se vivió en la vida de un pueblo rural durante los años sesenta y generó liberaciones mentales, la función de las zonas de tolerancia y la experiencia migratoria que vive quien buscaba rebuscarse la vida fácilmente, hasta recreaciones imaginarias en un espacio telúrico y de narcotráfico.


En este caso, el autor Guillermo Gamba, toma Tacaloa de una palabra de origen de los Chimila, grupo indígena en peligro de extinción que dio origen este topónimo -población ubicada junto al río Magdalena, al norte de Magangué- que para ellos Tacaloa significa lo que se conversa junto al rio. La palabra viajó rio arriba y con ella se ha denominado un paraje de Marsella donde existió una extracción de oro, una planta pequeña generadora de energía eléctrica y un trapiche panelero.


Otra obra
(Dos siglos entre casas, montaña, poblados, violencia y una ciudad de salsa) 
Constituye germen de una de las facetas de lo que en Colombia y nuestra región de occidente, esta aún por escribirse y contarse o sea la historia del tránsito del campo a la ciudad. 
En principio es historia de migrantes de Italia que se establecen en el Tolima y El Cauca, se reproduce en Chinchiná y Marsella con descendientes en la capital del Valle a donde llegan a los edificios de la Plaza de Caicedo a conocer los ascensores y tragarse la ciudad, como el momento cuando los Buendía descubren el hielo en Macondo.


Comienza en mitad del siglo XIX cuando la pugna entre caucanos y antioqueños generó decisiones del General Tomás Cipriano de Mosquera para favorecer la ocupación de terrenos cerca al rio Chinchiná, luego un escarnamusas de guerra que se zanjaron en Manizales con el “tratado de la Esponsión”.


Transcurre con acontecimientos históricos generadores de la violencia política a mitad del siglo XX, sobrevivieron y continuaron mientras otros sucumbieron y se dejaron llenar por el odio y deseo de venganza ola tentación del dinero fácil. Es la experiencia migratoria familias desde el campo a la ciudad y al mundo, el transcurrir de sus cambios culturales desde ambientes pre modernos al despertar de la modernidad. Las lecciones aprendidas de su historia. 


Pertenece al género narrativo de la crónica. “Dos siglos entre casas, montaña, poblados, violencia y una ciudad de salsa”, más allá de relatar historia de personas y la familia del autor, nos deja entrever la personalidad de una estirpe emprendedora y trabajadora, que enfrentó con responsabilidad y decisión dificultades y adversidades, sobreponiéndose a sus propias debilidades y aprietos para sacar adelante con tenacidad sus proyectos. 

El autor
El autor, Guillermo Gamba López, nació en Marsella el 7 de agosto de 1947. Tacaloa Viento y Sueños es su primera publicación de obras en narrativa.


Antes había publicado seis fascículos de carácter técnico administrativo referentes a los procesos de mejoramiento continuo en la administración pública.  

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